Hace unos días, fui al parque de los jesuitas. El parque está en las
afueras de la ciudad, pero no parece estar tan lejos en el mapa turístico que
tengo. Yo fui después de clase el viernes, y después de más o menos un media
hora, lo encontré. Pregunté cerca de cuatro personas si yo estaba andando en la
dirección correcta. Lo más cerca estaba, lo más equivocada parecía, porque
estaba tan fuera del centro de la ciudad. A salir del centro de la ciudad,
empieza a ser un lugar muy industrial. En las afueras de Salamanca, hay
fábricas viejas y carreteras grandes. No parece un lugar en que habrá un
jardín. Pero, al consejo de la gente que yo pregunté, seguí hasta que llegué al
parque.
Me alegro que yo hubiera continuado. El parque era muy grande, con muchas
partes. No tenía suficiente tiempo para verlo por entero. Pero había fuentes y
flores por todas partes en el jardín de los jesuitas. No sé cuándo lo
establecieron, pero es muy bonito y grande. Pienso que una persona pudiera
pasar cinco horas en este jardín. Noté que algunos grupos estuvieron en el
parque, de muchas edades diferentes. Parece que uno de los grupos fue de una
escuela, porque había dos adultos con muchos chicos de la misma edad. Ellos
estaban jugando en el parque.
También vi algunos viejos en el parque. Muchos quedaban sentándose en los
bancos del parque. Parece que mucha gente, al fin de su vida, quiere observar
el mundo más que participar en el mundo. El parque de los jesuitas es el lugar
perfecto para observar el mundo. Nadie le molestará en el parque, y las flores
y fuentes son muy bonitas. Es difícil no parar, y gozar de la belleza de la
naturaleza.
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